Caminar desde Cristo.: Lecturas del VI Domingo del Tiempo Ordinario 11 de febrero 2018...:
El libro del Levítico, que es nuestra primera lectura, nos muestra la ordenación jurídica y religiosa sobre los leprosos. Ni siquiera podían vestir con decoro. Era la enfermedad más contagiosa conocida hasta entonces y la Ley ponía inhumanos medios para evitar su propagación.
En el Salmo 31 que proclamemos hoy, se nos dice que si reconocemos nuestro pecado seremos perdonados. Si, por el contrario, nuestra soberbia ciega a naturaleza de nuestra falta el perdón no llegará. Nos pide este salmo que dejemos la soberbia y acudamos cerca de Dios, que, como Padre
Bueno, perdona y olvida todas nuestras faltas.
Bueno, perdona y olvida todas nuestras faltas.
En la primera lectura de la Carta a los Corinto, San Pablo dice que todo lo que hay en el mundo es bueno y sirve para dar a gracias a Dios. Somos nosotros los que distinguimos absurdamente viendo cosas malas donde solo hay buenas. Tendríamos que hacer todo, como nos dice San Pablo, para gloria de Dios, pero no lo hacemos así. Y de ahí, los muchos problemas que sufre nuestro mundo.
En el evangelio Jesús rompe la durísima ley que separaba a los leprosos del mundo. Pero a nosotros la enseñanza que recibimos de este texto evangélico es que debemos reconocer nuestras limitaciones, faltas y problemas y como el leproso del Evangelio ponernos ante el Señor para decirle: “si quieres puedes limpiarme”. Encomendar a Él la solución de nuestras angustias. Y, eso sí, cuando nos veamos limpios no dejemos de dar gracias a Dios. No lo olvidemos.
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