Caminar desde Cristo.: Comentario a las lecturas del I Domingo de Cuaresm...:
La Primera Lectura es un resumen de esa experiencia hebrea: un pueblo errante y un Dios fiel y salvador.
La pedagogía del desierto acentúa la acción liberadora de Dios, que, mientras se manifiesta como presencia, subraya al mismo tiempo la presencia del hombre artífice de su
propio destino. El desierto pone de manifiesto esa tremenda "soledad" del hombre, tan marcada en la literatura y psicología modernas como asimismo en la filosofía, el cual debe dar un Sí totalmente suyo, que no puede construirse a costa del otro.
propio destino. El desierto pone de manifiesto esa tremenda "soledad" del hombre, tan marcada en la literatura y psicología modernas como asimismo en la filosofía, el cual debe dar un Sí totalmente suyo, que no puede construirse a costa del otro.
San Lucas en su relato enfatiza ese aspecto de la vida de Jesús: solo en el desierto (Marcos 1,12 dirá que «vivía
entre animales salvajes»), hambriento, enfrentado al tentador. Seguramente hoy nuestra pastoral debe volver a esta mística del desierto, para que descubramos la «educaciónliberadora» que allí protagonizó Dios el Salvador. El cristiano llega a sentirse aplastado por toda una estructura religiosa, a veces de color dudoso, que le impide mirarse a sí mismo y hacer una opción verdaderamente sincera. La misma crisis padece el sacerdocio y la vida religiosa.
entre animales salvajes»), hambriento, enfrentado al tentador. Seguramente hoy nuestra pastoral debe volver a esta mística del desierto, para que descubramos la «educaciónliberadora» que allí protagonizó Dios el Salvador. El cristiano llega a sentirse aplastado por toda una estructura religiosa, a veces de color dudoso, que le impide mirarse a sí mismo y hacer una opción verdaderamente sincera. La misma crisis padece el sacerdocio y la vida religiosa.
Y éste es el sentido de la Cuaresma..., punto cero de la vida de fe. Estas reflexiones tienden a sugerir a la comunidad una vuelta al desierto, es decir, al camino de la liberación
interior; a un apartarse sin agresividades de cierto "arsenal religioso" que más bien disfraza que revela a Dios. Y de los muchos puntos de reflexión que el desierto sugiere, escogemos tres que nos parecen esenciales: tiempo de búsqueda, de desprendimiento, de prueba y fidelidad.
interior; a un apartarse sin agresividades de cierto "arsenal religioso" que más bien disfraza que revela a Dios. Y de los muchos puntos de reflexión que el desierto sugiere, escogemos tres que nos parecen esenciales: tiempo de búsqueda, de desprendimiento, de prueba y fidelidad.
La «mística del desierto» estará presente en los restantes domingos que nos irán revelando el rostro de Dios por caminos realmente paradójicos.
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