Caminar desde Cristo.: Lecturas del Domingo XXXIV del Tiempo Ordinario Je...:
La primera lectura –del Libro Segundo de Samuel--, nos presenta a David ungido como rey de Israel ante todo el pueblo y es un antecedente de la realeza de Jesús, el Cristo.Cristo es el Ungido. Es lo que significa Cristo.
El salmo 121 era el último que los judíos entonaban en su peregrinación a Jerusalén, cuando la impresionante mole del Templo se hacia visible ante sus ojos. Muestra la alegría desbordante por llegar a la Casa del Señor. Igual tiene que ser para nosotros, hoy. Mostremos nuestra alegría por estar, juntos, en la Casa de Dios.
La segunda lectura, de la Carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses, forma parte de un Himno muy bello y muy habitual en la liturgia eucarística y en la de las horas. Nos llevan al Reino del Hijo querido de Dios.
El fragmento del evangelio de San Lucas en que se narra la crucifixión del Señor está lleno de símbolos de realeza. Es como si nos quisiera decir que la Cruz es el auténtico trono de Cristo Rey. El rótulo que puso Pilato habla del Rey de los judíos. Y el buen ladrón invoca la misericordia de Jesús para llegar ese mismo día al Reino. Escuchemos con el alma y el corazón en la mano esta (s) lectura(s) que nos muestra (n) la auténtica realeza de Jesús de Nazaret.
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