Caminar desde Cristo.: Comentario a las lecturas del Domingo XVIII del Ti...:

mi mismo, de mi tierra, de mis seguridades, para ponerme en camino y dejarme guiar por Dios? Meditando este texto, en el Sermón 78, San Agustín nos dice: "Desciende, Pedro. Querías descansar en la montaña, pero desciende, predica la palabra, insta oportuna e importunamente, arguye, exhorta, increpa con toda longanimidad y doctrina. Trabaja, suda, sufre algunos tormentos para poseer en la caridad, por el candor y belleza de las buenas obras, lo simbolizado en las blancas vestiduras del Señor". Quizá lo que nos ocurre muchas veces a nosotros es que no estamos dispuestos a escuchar su Palabra; quizá por eso vivimos una fe desencarnada de la realidad y nos cuesta tanto unir fe y vida. Es la gran asignatura pendiente del cristiano. La gran tentación es quedarse quieto, porque “en la montaña se está muy bien”. Hay que bajar al llano, a la vida diaria, de lo contrario la experiencia de Dios no es auténtica.
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