Caminar desde Cristo.: Comentario a las Lecturas del XIV Domingo del Tiem...:
«Cargad
con mi yugo, cargad con mi amor. Nada tan pesado como el amor, pero
nada tan ligero como el amor, «Amor meus, pondus meum». El amor es el
peso de nuestro corazón. Mi amor es mi peso, pero es también mi
estímulo, mi alimento, mi gozo, mi fiesta, mi perfume y mi fuerza». Luz,
voz, fragancia, alimento y deleite de mi hombre interior» (San AGUSTIN,
Confesiones, X,6,8).
Esta
es la única carga indispensable. Por eso Jesús, en la despedida de sus
discípulos, les habla de guardar su palabra y de vivir en el amor. «El
que me ama guardará mi palabra, y vendremos a él y haremos morada en
él». Fijaos qué carga, infinita y llevadera a la vez: el que ama carga
con Dios. Dios, nuestro único peso y la fuerza para sobrellevar todos
los pesos. Dichoso el que va siempre con esta carga divina.
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