“Dios se funde y se confunde con lo humano, de tal forma y hasta tal punto, que lo que se haga o se deje de hacer con cualquier ser humano, en definitiva, a quien se le hace o se le deja de hacer es a Dios. Los cristianos no tenemos otro sitio ni otra forma de encontrar a Dios que nuestra propia humanidad. Cuando llegue el momento definitivo, lo que se va a tener en cuenta no es la fe, ni la religión, ni siquiera el concepto de Dios. En ese momento, sólo se tendrá en cuenta la humanidad de cada uno, y lo que cada cual ha hecho o dejado de hacer por aliviar el sufrimiento que genera la inhumanidad que todos llevamos fundida en la sangre de nuestra vida, en la civilización que hemos construido, en la sociedad que hemos organizado, en los poderes a los que nos sometemos, en los silencios cómplices ante tanto dolor y tanta humillación que encontramos en este mundo desbocado”
José María Castillo.
José María Castillo.
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