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domingo, 23 de diciembre de 2012
La Paciencia de Dios.
Dios es paciente con todos.
La Paciencia de Dios.
“Dios es paciente. La paciencia se da allí donde uno espera a otro dejándole plena libertad. La paciencia de Dios es su voluntad de dejarle al otro –por su misericordia y como afirmación de su santidad- espacio y tiempo para su propia existencia. Dios no ejerce su misericordia arrollando a quien es objeto de ella. La misericordia de Dios depende precisamente de su paciencia: ese dejar margen a la criatura pecadora con la que Dios crea para sí un espacio en el que seguir hablando y actuando con ella. Dios tiene tiempo. (Yo diría que todo el tiempo) Y el hecho de que tenga tiempo para nosotros es lo que caracteriza como ejercicio de paciencia todo su proceder respecto a nosotros. NO es que la paciencia de Dios abandone al ser humano a su suerte. Dios no es de miras estrechas. Sabe muy bien qué clase de criaturas somos. Pero, por saberlo, tiene una razón real para tener paciencia con nosotros: la razón que él mismo ha dado. Si deja que todos sigan sus propios caminos, si una y otra vez les da tiempo (y comida a su tiempo), y si una y otra vez no deja de aguardarlos en el Todo, es porque ya los alcanzó en el Uno. Lo hace porque en ese Uno, en el que se entregó a todos, todos cayeron ya en sus manos. A causa de ese Uno tiene Dios paciencia con todos. No con el fin de dejarles espacio y tiempo para obstinarse en su impenitencia. Lo que la paciencia de Dios les permite es precisamente recorrer el camino de la fe”. (Kart Barth).
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