Caminar desde Cristo.: Comentarios a las lecturas de la Solemnidad de San...:
Hoy, la Iglesia recuerda a uno de los doce apóstoles, Santiago el Mayor. De modo especial celebramos esta fiesta en España, pues Santiago Apóstol es patrón de nuestro país. Según la tradición, Santiago llegó a España, donde predicó el Evangelio, siguiendo la instrucción del Señor de llevar su palabra hasta los confines de la tierra. Galicia era el final de la tierra conocida en aquel tiempo.
Hasta allí llegó Santiago, llevando la buena noticia de Jesucristo, y cuando estaba cansado en su labor evangelizadora, María en persona, en carne mortal, se le apareció sobre un pilar junto al rio Ebro en lo que hoy es la ciudad de Zaragoza.
Hasta allí llegó Santiago, llevando la buena noticia de Jesucristo, y cuando estaba cansado en su labor evangelizadora, María en persona, en carne mortal, se le apareció sobre un pilar junto al rio Ebro en lo que hoy es la ciudad de Zaragoza.
La historia de Santiago, como la de los demás apóstoles o como la de
cualquier otro cristiano, comienza con una llamada. Es la vocación, la invitación de Jesús a seguirle. Leemos en el Evangelio que Jesús pasó por la orilla del lago de Galilea, y allí estaba Santiago, junto a su hermano Juan, con su padre Zebedeo, repasando las redes de pescar, pues eran pescadores. Jesús pasó por su lado y los llamó. Los llamó para que conociesen el misterio de Cristo y para que después fuesen por todos los rincones, hasta el fin del mundo, para llevar esa Buna Noticia. Ser apóstol es esto: conocer a Cristo para después darlo a conocer allá donde uno vaya.
Así, Santiago se convirtió en apóstol de Cristo. Vivió con Él durante su ministerio público, escuchando su palabra, viendo sus milagros y conociendo su intimidad. Y después de la resurrección, como los demás apóstoles, fue también enviado a predicar. A pesar de las dificultades, como escuchamos en la primera lectura, Santiago, junto con los demás apóstoles, “daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo”. Y este afán por llevar la Buena Noticia del Evangelio llevó a Santiago hasta el confín de la tierra, hasta España, y según la tradición aquí predicó con celo apostólico el Evangelio, llegando hasta Galicia.
cualquier otro cristiano, comienza con una llamada. Es la vocación, la invitación de Jesús a seguirle. Leemos en el Evangelio que Jesús pasó por la orilla del lago de Galilea, y allí estaba Santiago, junto a su hermano Juan, con su padre Zebedeo, repasando las redes de pescar, pues eran pescadores. Jesús pasó por su lado y los llamó. Los llamó para que conociesen el misterio de Cristo y para que después fuesen por todos los rincones, hasta el fin del mundo, para llevar esa Buna Noticia. Ser apóstol es esto: conocer a Cristo para después darlo a conocer allá donde uno vaya.
Así, Santiago se convirtió en apóstol de Cristo. Vivió con Él durante su ministerio público, escuchando su palabra, viendo sus milagros y conociendo su intimidad. Y después de la resurrección, como los demás apóstoles, fue también enviado a predicar. A pesar de las dificultades, como escuchamos en la primera lectura, Santiago, junto con los demás apóstoles, “daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo”. Y este afán por llevar la Buena Noticia del Evangelio llevó a Santiago hasta el confín de la tierra, hasta España, y según la tradición aquí predicó con celo apostólico el Evangelio, llegando hasta Galicia.
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