Devoción
mariana
® San Juan de Ávila fue devotísimo de la Virgen. Baste recordar que
en el momento de su muerte recitó está oración mariana: "Acuérdate, Virgen Madre, cuando estés ante
Dios, de hablar cosas buenas en nuestro favor, y apartes su enfado de nosotros".
® Los sermones dedicados directamente a la Virgen (nn. 60 a 72) han
sido llamados "El libro de la Virgen". Por otra parte, todos los
sermones comienzan con una invocación a María.
® La espiritualidad sacerdotal para el
avulense es eminentemente mariana,
especialmente por su relación con la Eucaristía:
"Mirémonos, padres, de pies a cabeza, ánima y
cuerpo, y vernos hemos hechos semejantes a la sacratísima Virgen María, que con
sus palabras trujo a Dios a su vientre (...). Y el sacerdote le trae con las
palabras de la consagración" (Plática 1ª; Carta 157).
® Por esto, María considera a los sacerdotes
como parte de su mismo ser: "Los
racimos de mi corazón, los pedazos de mis entrañas" (Sermón 67).
María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. El amor de Dios en San Juan de Ávila:
ResponderEliminarhttp://galeon.com/sanjuanavila/TAmorDios.htm