En esta Navidad dejémonos encontrar por el
Dios hecho hombre. Nos dice el Papa Francisco
"Cuando solamente somos nosotros los
que encontramos al Señor, somos nosotros –entre comillas, digámoslo– los dueños
de este encuentro; pero cuando nos dejamos encontrar por Él, es Él que entra
dentro de nosotros, es Él que renueva todo, porque ésta es la venida, aquello
que significa cuando viene Cristo: renovar todo, renovar el corazón, el alma,
la vida, la esperanza, el camino. ¡Nosotros estamos en camino con fe, con la fe
de este centurión, para encontrar al Señor y principalmente para dejarnos
encontrar por Él!". "¡Corazón abierto, para que Él me encuentre! Y me
diga aquello que Él quiera decirme, que no siempre es aquello que yo quiero que
me diga! Él es el Señor y Él me dirá lo que tiene para mí, porque el Señor no
nos mira a todos juntos, como a una masa. ¡No, no! Nos mira a cada uno en la
cara, a los ojos, porque el amor no es un amor así, abstracto: ¡es amor
concreto! De persona a persona: El Señor, persona, me mira a mí, persona.
Dejarse encontrar por el Señor es justamente esto: ¡dejarse amar por el
Señor!". Para este encuentro nos ayudan: "la perseverancia en la
oración, rezar más; laboriosidad en la caridad fraterna, acercarse más a
aquellos que tienen necesidad; y la alegría en la alabanza del Señor". Por
lo tanto: "la oración, la caridad y la alabanza", con el corazón
abierto "para que el Señor nos encuentre
".
Con nuestros mejores deseos para que este encuentro sea
realidad en nuestra vida te saluda en nombre de nuestras Asociaciones
Rafael Pla Calatayud.
Este es el sitio de los enlaces de nuestras Asociaciones.
Nota.
Os adjuntamos junto a la felicitación, nuestro proyecto “Cenáculos de Betania”, en los que aconsejamos la práctica de la ‘Lectio divina, de la que dice ’ Papa emérito
Benedicto XVI “si se promueve con
eficacia, estoy convencido de que producirá una nueva primavera espiritual en
la Iglesia”.
La Lectio divina cumple la forma de dejarnos encontrar por Dios. “Escucha
Israel…” (Dt 6, 4-9); la espiritualidad del encuentro y la unión con Dios a
través de su Palabra no se limita a la mera proclamación o a la escucha pasiva
del texto sagrado, sino que supone además una invitación a ponerla en práctica,
a cumplirla. “La Palabra está muy cerca de ti, la tienes en los labios, la
tienes en el corazón, para que la puedas cumplir” (Dt 30,14). En el libro de
Nehemías 8-9 se describe una liturgia solemne, celebrada cuando el pueblo
regresó del exilio de Babilonia: en ella se proclamó un nuevo comienzo para todo
Israel marcado por la presencia de Dios en medio de su pueblo a través de la
palabra de la Escritura.
CENACULOS DE BETANIA.
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