“El paraíso es simplemente la persona, el yo, pero el yo radical en su libertad, libre de inhibiciones. El yo que dejó de estar vestido con su ego” (14).
“La vida no tiene que ser considerada como un juego en el que se puntúa y alguien gana. Si estás
demasiado interesado en ganar, nunca te divertirás jugando. Si estás demasiado obsesionado con el éxito, te olvidarás de vivir. Si sólo has aprendido cómo triunfar, es probable que hayas desperdiciado tu vida” (20).
demasiado interesado en ganar, nunca te divertirás jugando. Si estás demasiado obsesionado con el éxito, te olvidarás de vivir. Si sólo has aprendido cómo triunfar, es probable que hayas desperdiciado tu vida” (20).
“Cada acto, por pequeño que sea, puede enseñarnos todo…” (23).
“El amor no es un problema ni la respuesta a una pregunta. El amor no conoce preguntas. Es el fundamento de todo y las preguntas surgen sólo si estamos divididos, ausentes, apartados, alienados de ese fundamento” (28).
“El mundo es amor. Pero a veces olvidamos que la palabra emerge antes que nada del silencio. Cuando no hay silencio, entonces, la Única Palabra que Dios pronuncia no se oye realmente como Amor. Sólo se oyen palabras. Las palabras no son amor, puesto que son muchas y el Amor es sólo Uno” (29).
(AMAR Y VIVIR: El testamento espiritual de Thomas Merton).
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