Llamados a la intimidad con el
Señor en los "CENACULOS de BETANIA".
“El
Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? (Salmo 26)
En
nuestros cenáculos se pretende cuidar la intimidad con el Señor.
Intimidad
es una actitud de una cercanía al Señor que sale como respuesta agradecida al
que nos ha creado y elegido como hijos suyos queridos.
Esta
clase de intimidad es un vínculo personal, una comunión. Viene cuando deseamos
al Señor más que cualquier otra cosa en esta vida, con agradecimiento y
necesidad de tenerlo y sentirlo cerca de nuestra vida para que sea luz en nuestro caminar y nos ayude a
discernir su voluntad.
El método de oración es el de
la “Lectio divina”
En
este sitio puedes ver como son y funcionan nuestro cenáculos de Betania:
http://cenaculo.webcindario.com/librovisitas.html
Sigue
la información de nuestros cenáculos en :
(Puedes
buscarlo poniendo en tu buscador
Llamados a la intimidad con el Señor ).
En
ocasiones vemos algo que posiblemente no podremos ver jamás y si no
aprovechamos esa oportunidad pensamos: ¡si hubiera hecho eso o si hubiera dicho
lo que debía…! no nos dolería tanto.
Hoy te presento cuatro preciosas oportunidades
que Dios te da, es tu decisión, si para de leer, pero de pronto no ten más, la
oportunidad de volverlas a conocer.
En nuestros
cenáculos sentirás el cuidado amoroso de Dios
Aunque nos
sintiéramos, abandonados, rechazado o despreciados por nuestros hechos
pero si hoy nos arrepentimos (Hacer lo contrario a lo que hacía) y creemos que
Jesús nos salvo seremos adoptados por él y él se hará cargo de nosotros;
en mas palabras el nos sanara, prosperara, alegrara, transformara y
permitirá que vivamos para toda la vida y mas con él.
“Mas
a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1.12)
"Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis
ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré" Hebreos 13:5
"Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a
fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis
para toda buena obra" (2 Corintios 9,8).
¿A que te lleva la experiencia de
oración en nuestros cenáculos?.
1.La Oportunidad de un encuentro
Si quieres tener
un encuentro con el dile: Jesús te necesito, necesito conocerte porque quiero
conocer en ti el amor de un padre que de pronto no tuve… Y vas a sentir su presencia junto a ti en este
mismo instante
“y me buscaréis y me hallaréis, porque me
buscaréis de todo vuestro corazón.” (Jeremías 29.13)
No importa si has tenido una vida llena de
dificultades, de depresiones, de estrés, de pecado , de desobediencia…
hay un Dios que hoy quiere encontrarse contigo que te extiende la mano y
te dice :”ve a mi ”… si te sientes alejado de Dios que él no hace parte de tu
vida , que si que menos está en su plan de vida o de pronto s, pero no
sabes cómo conocerlo, mas el apóstol pablo menciona que el esta tan cerca de
nosotros como el aire que respiramos
"En
efecto, en él vivimos, nos movemos y existimos, como muy bien lo dijeron
algunos de vuestros poetas: «Nosotros somos también de su raza».
Y
si nosotros somos de la raza de Dios, no debemos creer que la divinidad es
semejante al oro, la plata o la piedra, trabajados por el arte y el genio del
hombre.
Pero
ha llegado el momento en que Dios, pasando por alto el tiempo de la ignorancia,
manda a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan. " (Hechos
17, 28-29)
2. La oportunidad de la reconciliación
Todos hemos
pecado, todos hicimos lo que a Dios no le gusta, lo que él no desea que hagamos
y por esta razón se abrió como una zanja ente Dios y nosotros; fuimos
separados de Dios por nuestro pecado, más por medio del sacrificio de
Jesús se nos dio otra oportunidad de arrepentirnos de eso que poder
pasar esa barrera que nos separaba de Jesús y que por no vivir con Jesús
nuestra vida entro en problemas de todo tipo porque tú y yo fuimos creado para
vivir pegaditos a Dios.
“Me levantaré e iré a mi padre, y le
diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser
llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros” (Lucas 17.18-19)
3. La Oportunidad de la restauración
Cuando tú y
yo pecamos, al igual que Adán y Eva, y perdimos la oportunidad de vivir
junto a Dios. Ellos fueron expulsados del paraíso en donde ellos no tenían
necesidades, vivían muy bien, sin enfermedades…. Nosotors tambien perdemos la paz y quedamos a merced de la tentación y del pecado. Pero Cristo tomo en la cruz
nuestro lugar donde él se hizo hombre por nosotros para que por su
sangre fuésemos limpios del pecado y pudiéramos recibir la
salvación eterna y la salvación de todas esas dificultades en la tierra.
“Mas Dios muestra su amor para con
nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5,8)
Rafael Pla Calatayud.
rafael@sacravirginitas.org
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