Caminar desde Cristo.: Comentario a las lecturas del VI Domingo de Pascua...:
- A partir de esta hora, la misión de Cristo y del Espíritu se convierte en la misión de la Iglesia: Jesús dice: «Como el Padre me envió, también yo os envío»
- “Es a la misma Iglesia, a la que ha sido confiado el ‘Don de Dios’. Es en ella donde se ha depositado la comunión con Cristo, es decir el Espíritu Santo, arras de la incorruptibilidad, confirmación de nuestra fe y escala de nuestra ascensión hacia Dios. Porque allí donde está la Iglesia, allí está también el Espíritu de Dios; y allí donde está el Espíritu de Dios, está la Iglesia y toda gracia.” (San Ireneo).
- El Espíritu Santo es el principio de la vida de la Iglesia y de cada miembro. Se manifiesta de muchas maneras: Palabra, sacramentos, oración, gracias especiales (carismas). El E.S. nos alimenta, sana, da crecimiento a las virtudes, organiza en sus funciones, da vida, envía a dar testimonio, nos asocia a su ofrenda al Padre y a su intercesión por el mundo entero.
- El Espíritu Santo vendrá, nosotros lo conoceremos, estará con nosotros para siempre, nos lo enseñará todo y nos recordará todo lo que Cristo nos ha dicho y dará testimonio de Él; nos conducirá a la verdad completa y glorificará a Cristo.
- El E.S. es también el Consolador. Todos deseamos ser amados, ser comprendidos, saber que quien nos ama estará siempre con nosotros. Solo el amor de Dios puede satisfacer plenamente este deseo. El amor de Dios es la gran consuelo y quien lo tiene lo comunica también a sus hermanos.
- Deseemos el gran Don de Cristo Resucitado
- Ya está en nosotros si estamos bautizados y en gracia de Dios «Vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros». Pero desea aumentar su presencia.
- Debemos abandonarnos completamente al Señor.
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