Según la doctrina de la Iglesia católica, que se basa en una tradición acogida también por la Iglesia ortodoxa (si bien por ésta no definida dogmáticamente), María entró en la gloria no sólo con su espíritu, sino íntegramente con toda su persona, como primicia –detrás de Cristo- de la resurrección futura.. Fue establecido como dogma por el Papa Pío XII, el día 1 de noviembre de 1950.
¿En qué se diferencia la Asunción de María de la Ascensión de Cristo? La misma palabra <Asunción> lo sugiere: el verbo asumir significa “hacerse cargo de algo, tomar para sí”. La Virgen fue asunta, fue tomada por Dios, fue atraída por Dios, la Asunción fue obra de Dios, no de la Virgen María; en cambio, Cristo ascendió a los cielos por su propia fuerza y virtud. En definitiva, más allá de frases y metáforas, en esta fiesta de la Asunción de la Virgen, los cristianos debemos alabar a Dios y de darle gracias porque hizo posible que una criatura humana como nosotros –María- fuera directamente a vivir con Él, nada más terminada su vida terrena. Esta es la aspiración de cada uno de nosotros, los cristianos.
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