Caminar desde Cristo.: Lecturas del Domingo de la Santísima Trinidad 27 ...:
Sed todos bienvenidos en este día –sin duda grande-- que conmemoramos al Dios Trinitario. Año tras año, al comenzar la segunda parte del Tiempo Ordinario, celebramos el domingo de la Santísima Trinidad. Ante la Trinidad Santa deberíamos abrir un silencio gozoso en nuestras almas, pues solamente con esta actitud podremos comprender que la Santísima Trinidad no es una verdad pasada de moda, sino un misterio que nos hace vivir. En esa oración fraterna y milagrosa que es la Eucaristía, aparece la Trinidad Santa continuamente.
La Santísima Trinidad, es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Solo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo. En su nombre hemos sido bautizados. En la Eucaristía somos invitados a la mesa de la Trinidad, donde el
Padre, por obra del Espíritu Santo, nos sigue dando a su Hijo, el pan de vida eterna.
Padre, por obra del Espíritu Santo, nos sigue dando a su Hijo, el pan de vida eterna.
Recordamos hoy a quienes en la Iglesia han sido llamados a la vida contemplativa. Los monjes, las monjas y la vida eremítica ofrecen su vida en alabanza continua a la Santa Trinidad y su oración de intercesión por la comunidad cristiana y el mundo entero.
Fijémonos en la expresión: «Solo quiero que le miréis a Él» es la invitación que la gran santa contemplativa, Teresa de Jesús, nos hace a todos nosotros. Este es el lema de la Jornada Pro orantibus de este año.
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