Caminar desde Cristo.: Comentario a las lecturas del Domingo XIII del Tie...:
Dios no es el que nos obliga y nos exige, sino el que nos ama, nos ofrece, nos da su vida sin esperar a cambio otra cosa más que nuestra aceptación de su don.
-Dios no nos mira vigilante y airado, ni nos pide cuentas malhumorado cuando caemos en el egoísmo, nos pregunta: "¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido? Respóndeme".
-Dios no nos destruye cuando nos apartamos de El, sino que reitera su llamada para que sigamos su camino; Jesús se vuelve y reprende a quienes querían hacer bajar fuego del cielo para destruir aquella aldea samaritana poco hospitalaria.
Dios no necesita nuestro cumplimiento cabal para sentirse "más Dios", y luego agradecernos nuestros buenos servicios; él nos ha amado primero, nos ama desde siempre, nos amará por siempre, no por nuestros méritos o por nuestras buenas obras, sino por que sí.
-Dios no nos mira desde la lejanía y la distancia; El manda a su propio Hijo para que se haga uno de nosotros y así amarnos a todos con el amor que ama a su Hijo.
-Dios no nos propone un plan caprichoso y extraño para medir nuestra fidelidad: Dios quiere que seamos personas, que lo seamos del todo, que lo seamos para siempre, que alcancemos el límite de nuestras posibilidades; y respeta nuestra libertad para aceptarlo o no; y, aunque le demos la espalda, nos sigue queriendo y sale cada día a los caminos de la vida, con los brazos abiertos, para ver si nos divisa en el horizonte y acudir corriendo a acogernos en sus brazos (/Lc/15/11-31).
-Porque Dios nos ama. Este era el Dios que había enamorado a Jesús; éste era el Dios que él quería darnos a conocer; éste es el Dios en quien hemos puesto nuestra fe... pero no siempre es éste el Dios que anunciamos. Aunque tengamos muy buena voluntad, no lo haremos mejor por seguir nuestros criterios humanos a la hora de anunciarlo, hemos de aceptarle y anunciarle tal y como es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario