Caminar desde Cristo.: Comentario a las Lecturas de La Natividad del Seño...:
La Navidad es el tiempo
de Dios, el tiempo de la Fe, el tiempo de la Esperanza.
Toda la sabiduría y todas las promesas bíblicas están
resumidas en estas definiciones, en estas descripciones que se nos hacen de
Jesús. El es el Salvador, el Mesías, el Señor. Él es Maravilla de consejero,
Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz. Él es hoy, esta noche y durante estos días
santos del tiempo litúrgico de Navidad, el niño envuelto en pañales y recostado
en un pesebre. Él es la grandeza de Dios en la realidad frágil, pobre, humilde,
y tierna de un niño que acaba de nacer, de un niño para el que su Madre apenas
encuentra lugar donde recostarle, un niño que, anunciado por los ángeles, es
adorado por unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por
turnos su rebaño.
De esa esperanza que es la salvación. Y no hay otra
Navidad…..Por más que nos empeñemos en banalizarla, edulcorarla, maquillarla,
disfrazarla y desnaturalizarla, viviendo y practicando tantas veces una Navidad
sin Dios. Y no hay otra Navidad que la Navidad de Belén, la Navidad que el
evangelista Lucas y el resto de los textos bíblicos de hoy y de estos días nos
relatan. Algo muy distinto de las “otras navidades”.
En esta “Noche Buena” Dios se hace Niño y se manifiesta en
la pequeñez y en pobreza para indicarnos el verdadero camino de la vida, la
gran sabiduría de la existencia y la gran y única esperanza que nos salva.
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