miércoles, 9 de octubre de 2019

Comentario a las lecturas del domingo XXVII del Tiempo Ordinario 6 de octubre de 2019


Comentario a las lecturas del domingo XXVII del Tiempo Ordinario 6 de octubre de 2019

La fe y Dios son inseparables. Aquello a lo que aplicas tu corazón y de lo que te fías, es propiamente tu Dios. Por eso lo opuesto a la fe no es el ateísmo sino la idolatría. Porque todo el mundo tiene sus dioses, en los cuales apoya su vida. Dioses del negocio, del poder, del placer, del deporte, o también dioses en el campo religioso, pero que están bastante lejos del Dios que revela Jesús
Ver las imágenes de origenEl reto de Cristo a los que dicen tener fe no puede ser más expresivo. Si tuvierais fe, diríais a una morera: arráncate y plántate en el mar, y estamos seguros de que este imposible se realizaría. El ejemplo puesto por Cristo no puede ser más ilustrativo, porque el cristiano es, si tiene fe, una especie de morera plantada en el mar, es decir, casi un bicho raro que vive en medio de un mundo que no comparte con él ningún planteamiento vital. Porque miremos a nuestro alrededor y digamos sinceramente lo que encontramos. Encontramos afán de dinero, culto al cuerpo, afán de triunfo, grandes dosis de egoísmo, de indiferencia hacia los demás, de desprecio a los débiles.
«No tengas miedo de dar la cara por N.S.» Muchos tiene miedo de presentarse como cristianos y adoptan una manera de pensar y sentir que contradice su propia fe. Es el influjo del ambiente.
Surge la petición apostólica: «Auméntanos la fe». Todo cristiano tiene que hacerla suya porque es la petición justa. Justa, porque la fe es algo que se pide

No hay comentarios:

Publicar un comentario