Comentario a las lecturas del domingo XXVII del Tiempo Ordinario 6 de octubre de 2019
La fe y Dios son inseparables. Aquello a lo que aplicas tu corazón y de lo que te fías, es propiamente tu Dios. Por eso lo opuesto a la fe no es el ateísmo sino la idolatría. Porque todo el mundo tiene sus dioses, en los cuales apoya su vida. Dioses del negocio, del poder, del placer, del deporte, o también dioses en el campo religioso, pero que están bastante lejos del Dios que revela Jesús

«No tengas miedo de dar la cara por N.S.» Muchos tiene miedo de presentarse como cristianos y adoptan una manera de pensar y sentir que contradice su propia fe. Es el influjo del ambiente.
Surge la petición apostólica: «Auméntanos la fe». Todo cristiano tiene que hacerla suya porque es la petición justa. Justa, porque la fe es algo que se pide
No hay comentarios:
Publicar un comentario