viernes, 14 de junio de 2013

La oración en San Juan de Avila.


Hombre de oración

  ® La vida de oración es otro componente esencial de la santidad sacerdotal. A través de la oración el sacerdote debe tener una relación de profunda amistad con Dios:

 A los sacerdotes digo que sepan que han de tener un trato muy familiar con Dios, un admitirlos Dios a su conversación como amigos suyos”  (Plática 3).

  ® La figura del Maestro Ávila es la de un hombre de oración, de un contemplativo que estaba siempre en la presencia de Dios.

  ® Sus biógrafos señalan que no predicaba un sermón que no estuviese precedido de muchas horas de oración.

  ® Hacía todos los días dos horas de oración por la mañana y dos horas por la tarde

  ® El sacerdote que no reza no puede aconsejar eficazmente a los demás:

   No hay cosa que más ha de amar y tener, el que dirige (almas), que la oración. El sacerdote que no ora no ha aprendido sus ceremonias, y si no ora, darme ha por consejo de Dios, consejo suyo; por respuesta divina, respuesta de hombre” (Sermón 5 [2]).

  ® El tema la oración sacerdotal está ampliamente explicado en los diversos escritos avilistas. La Plática segunda está casi toda centrada en este tema:

"Y aquél ha de tener por oficio orar, que tiene por oficio el sacrificar, pues es medianero entre Dios y los hombres, para pedirle misericordia" (Plática 2ª). Se necesitan "en la Iglesia corazones de madre en los sacerdotes que amargamente llorasen de ver muertos a sus espirituales hijos" (Plática 2).

  ® Esta oración se traduce en los gemidos del Espíritu, puesto que es don suyo (Plática 2ª; cfr. Rom 8,26-27). Y aunque el sacerdote no pueda pasar siempre las noches en oración, "a lo menos tiene sus ratos diputados para ello" (ibídem). "Conviénele orar al sacerdote, porque es medianero entre Dios y los hombres" (Plática 3ª). "¡Oh sacerdotes!... habíamos de andar siempre importunando a Nuestro Señor con oraciones" (Sermón 13).

       ® Intercesión e intimidad se relacionan estrechamente: "Esto, padres, es ser sacerdote, que amansen a Dios cuando estuviere, ¡ay!, enojado con su pueblo; que tengan experiencia que Dios oye sus oraciones y les da lo que piden, y tengan tanta familiaridad con él" (Plática 1ª).

  ® En cuanto a la naturaleza de la oración, la define como un coloquio secreto y amigable:

 Y por la oración entendemos aquí una secreta e interior habla con que el ánima se comunica con Dios” (Plática 70).

   ® Insiste de diversas maneras en la necesidad de la oración:

 Todos los engaños vienen de no orar. Tráete la carne halagos, convídate el mundo, date muerte diciendo que es vida, ¿no oras, no te encomiendas a Dios? No te espantes que todo te derribe y todo te engañe” (Sermón 13).

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