sábado, 7 de julio de 2018

Comentarios a las Lecturas del XIV Domingo del Tiempo Ordinario. 8 de julio 2018.

 Haz clik en el siguiente enlace:

Caminar desde Cristo.: Comentarios a las Lecturas del XIV Domingo del Tie...:
Cierto  que ordinariamente la gracia de Dios se reducirá a menudo a una suave  atracción que nos nace de pronto muy dentro. Pero tu respuesta ha de ser la misma: Ponerte de pie, disponerte a caminar por el itinerario que  Dios te va a marcar. Consciente de que el primer enemigo eres tú mismo,  cuando eres comodón, egoísta, soberbio, ambicioso. Has de luchar esas  malas inclinaciones interiores que a veces te dominan. Decídete, Dios  pasa, ponte en pie.
No debes olvidar que Dios sigue enviando a sus profetas. Son los que  siguen cogiendo la antorcha que un día Cristo entregara a los suyos...
Lo contrario sería injusto por parte de Dios. Es como si se cerrara en  un profundo silencio, ausente de nuestras vidas, desinteresado por  nuestros problemas, indiferente ante nuestra salvación.

La enseñanza para nosotros hoy es que debemos poner mucha atención a lo  que ocurre a nuestro alrededor en todas las manifestaciones de la vida,  y, asimismo, en el ámbito religioso. Cristo se nos presenta muchas veces ante nosotros con la imagen de los
hermanos que sufren o, ¿quién sabe?, con la presencia de unos niños –que como a San Agustín— que cantan, en  la lejanía, sobre lo que tenemos que hacer. Es muy importante estar  abierto a cualquier inspiración del Espíritu y hemos de pedirle a Dios  el don del discernimiento: saber que es de Dios, de todo lo que  recibimos de nuestros hermanos más cercanos a nosotros.
 La humildad es siempre un buen camino para descubrir esos mensajes. Y por  el contrario la soberbia es el gran impedimento para tener ojos y oídos  abiertos a las inspiraciones de Dios. Amemos a nuestros semejantes,  comenzando por los que comparten nuestra vida en nuestro barrio, que nos parecerán, ni famosos, ni importantes. Por ellos nos puede hablar Dios…
No hay que cruzar los mares y atravesar los continentes para recibir la Palabra. Es más que probable que nos la estén diciendo cerca, muy  cerca, y, sin embargo, que no consideremos que esa persona “conocida de  toda la vida”, pueda ser un mensajero del Altísimo. Busquemos, con  ahínco, los muchos profetas que, sin duda, hay en nuestra tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario