Llamados a ser piedras vivas de la Iglesia: "Cuerpo mistico de Cristo", Icono de la presencia salvadora de Dios, Padre-Creador. Hijo-Redentor y Espiritu-Consumador.
En el diálogo silencioso del corazón con DIOS se preparan las piedras vivas con las que va creciendo el Reino de DIOS y se forjan los instrumentos selectos que promueven su construcción.La corriente mística que discurre a través de todos los siglos , no es ningún brazo perdido que se haya separado de la oración de la Iglesia, sino que es su vida más íntima.
Cuando rompe con las formas tradicionales, lo hace porque vive en ella el Espíritu que sopla donde quiere: el Espíritu que ha creado las formas tradicionales y que tiene que crear continuamente formas nuevas.
Sin él no habría ni liturgia ni Iglesia.¿No era quizá el alma del salmista regio un arpa cuyas cuerdas sonaban al suave soplo del Espíritu Santo?.
Del corazón desbordado de la Virgen María ,llena de gracia, fluyó el himno del “Magnificat”.
El cántico profético del “Benedictus”abrió los labios enmudecidos del anciano sacerdote Zacarías cuando la palabra secreta del ángel se convirtió en realidad visible. Lo que subió del corazón lleno del Espíritu y encontró expresión en una palabra y una forma se va propagando de generación en generación.
Así forma la corriente mística el canto de alabanza polifónico y creciente a la Trinidad divina, al Creador , al Redentor y al Consumador. Por tanto, no se puede contraponer la oración interior , libre de todas las formas tradicionales , como la piedad”subjetiva”, a la liturgia como oración “objetiva” de la Iglesia.
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