Generalmente nuestras motivaciones son mixtas, están impulsadas por un cierto nivel de generosidad y por algunos intereses egoístas que los acompañan. siguiendo la alegoría de Jesús,
diremos que el árbol de nuestro espíritu está más o menos enfermo, y por eso sus frutos no son ni todo lo abundantes ni todo lo sanos que deberían ser. necesitamos, por lo tanto, redoblar los cuidados. Para producir frutos abundantes y sanos es necesario que la savia circule por el árbol. y esa savia vital nos viene de Cristo: "el que sigue conmigo y yo con él es quien da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada" (Jn. 15,5). necesitamos un proceso de interiorización para producir frutos abundantes y sanos.
diremos que el árbol de nuestro espíritu está más o menos enfermo, y por eso sus frutos no son ni todo lo abundantes ni todo lo sanos que deberían ser. necesitamos, por lo tanto, redoblar los cuidados. Para producir frutos abundantes y sanos es necesario que la savia circule por el árbol. y esa savia vital nos viene de Cristo: "el que sigue conmigo y yo con él es quien da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada" (Jn. 15,5). necesitamos un proceso de interiorización para producir frutos abundantes y sanos.
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