La tradición en el culto a San José tardó en tomar
fuerza dentro del mundo cristiano, a pesar de ser el padre elegido para Jesús.
El motivo más probable es que en sus orígenes los cristianos sólo rendían algún
tipo de culto a los mártires y no era el caso de San José.
En los principios del siglo IV ya comenzaba a aparecer
el culto a San José entre los Coptos (Egipcios de fe cristiana), apareciendo su
festividad en el día 20 de julio del calendario Copto.
En el mundo occidental aparecen las primeras
referencias a su culto en el año 1129, donde se encuentra una Iglesia dedicada
a su nombre en Bolonia (Italia).
Los padres Carmelitas fueron los primeros en trasladar
su culto desde Oriente hasta Occidente de una manera completa y tras su
aparición en el calendario Dominico fue ganando cada vez más fuerza.
Durante los años posteriores, grandes personalidades que después fueron santos, en algunos de los casos, tuvieron una gran devoción por San José, lo que hizo que su culto tomase más fuerza. Es significativa la aportación de Jehan Charlier Gerson que en 1400 compuso un Oficio de los Esponsales de San José.
En el pontificado de Sixto IV, San José fue
introducido en el calendario romano, que es el que ha llegado hasta nuestros
días, en el día del 19 de marzo.
Esto fue fundamental y a partir de ese momento se
convirtió en fiesta simple, pasando luego a fiesta doble por Inocencio VIII,
fiesta doble de segunda clase por Clemente XI. Finalmente Pío IX le nombró patrono
de la Iglesia Católica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario