La Oración
Cada día mas convencido de la necesidad urgente de insistir perseverantemente sobre esta obviedad:la oración no es "yo" y mis sentimientos,mis ideas,mis estados de ánimo,ese monólogo a que fácilmente puede reducirse,es decir,destruirse,la oración,convertiéndola en discurso sobre Dios, del que "el orante" es profesor y el discípulo,el locutor y el oyente. o el aparente diálogo con Dios,pero al que no se le "concede"la palabra.
La verdadera amistad,la que empieza a construirse bien,es prioritariamente una atenta escucha del amigo y aquien se le presta atención para hacernos cargo de él,y poderlo así acoger en su realidad y ofrecernos a él partiendo o teniendo en cuenta su situación.De este modo cobrará fuerza el Tú,el otro,en el escenario de la propia conciencia,antes de ocupar nosotros y nuestras cosas el centro de la atención. ¡Que tiempo habrá para ello,cuando de un "tan buen amigo" se trata como Dios!
Esto está apretada y sugerentemente formulado por Teresa en dos textos de un alcance extraordinario para situar bien la oración desde el principio.
En el trasfondo de los mismos está la llamada de atención al muy discursivo,hablador en el ejercicio de la oración.Escribe en Vida "Mire que le mira"(13,22)"Mira en presente,señala sin equivocos,con fuerza la mirada envolvente de Dios. Al orante se le apremia con el imperativo "mire" a que abvierta y tome conciencia de esta mirada amorosa,y que se puede pendientede ella.¡En respuesta! El otro texto viene envuelto en una explicación, tan rica como breve,bien cincelada. Después de decir lo que no es la oración,la maestra reduce la oración a una mirada;"no os pido más que le meréis".
Se mantiene con absoluto cuidado,obsesivamente,la "presencia" de las dos personas en relación,aunque aquí no se incorpore al texto la mirada de Dios.Pero lo hace, y de forma más pedagógica,en tres afirmaciones con una secuencia en crescendo para mostrarnos a Jesús, por supuestos con el propósito de suscitar y facilitar la mirada confiada y calida del aprendiz de orante:él "no está aguardando otra cosa","tiene en tanto que le miréis","que no quedará por diligencia suya"(C 26,3).
Esa inmensa riqueza la desgana con una finura asombrosa en los números siguientos,siempre acentuando la actitud del amigo.Introduce la comparación de la buena esposa que tiene que hacer la propia la situación del esposo,para acentuar más la bondad del amigo, jesús;"Esto con verdad,sin fingimiento,hace el Señor con nosotros;que él se hace sujeto, y quiere que seáis vos la señora y andar él a vuestra voluntad"(idem4).De aquí arranca su oración;no del discurso o del que de meditación previamente preparado,sino "de verle tal".de caer en la cuenta de un amigo así al lado,a quien manifiesta su voluntad decidida"Juntos andemos, Señor,por donde fuereís tengo de ir,por donde pasareís,tengo de pasar"(ibim6).Él siempre delante.El corazón enamorado de Teresa no quiere dejarle solo.
P.Maximliano Herraiz. cd
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