Maravillas de Yahveh Sal 104., mandamientos Sal 15 81., profetismo Sal 50, sabiduría Sal 37., toda la Biblia confluye en los salmos como por capilaridad y en ellos se convierte en oración. El sentimiento de la unidad de la oración del pueblo elegido fue el que presidió su elaboración, como también su adopción por la Iglesia. Dios, al darnos el salterio, nos pone en la boca las palabras que quiere oir, nos indica las dimensiones de la oración.
1. Oración comunitaria y personal.

A pesar de la constante repetición de las mismas expresiones, el salterio no es un mero formulario o ceremonial. El acento espontáneo indica su origen en una experiencia personal. Aparte las oraciones propiamente individuales, sobre todo el lugar que se asigna al rey ilustra la igual importancia que se da al individuo y a la comunidad: el rey es con un título eminente una persona única, y al mismo tiempo el grupo halla en él su símbolo viviente. La atribución tradicional de la colección a David, que fue el primersalmista, indica su enlace con la oración mediadora de Jesús, hijo de David.
2. Oración de la prueba.

Por el hecho de no renunciar a vivir con Dios ni a caminar acá en la tierra, se prepara al crisol de la prueba. Fuera de esta perspectiva —la experiencia de la dirección de Dios en los caminos del hombre que marcha— no se puede comprender su oración. Los gritos de súplica parten de los momentos en los que se pone a prueba la espera de la fe. ¿se frustra o no el designio de Dios sobre el individuo o el pueblo? En torno al suplicante se ignora la oración Sal 53,5; se le acosa: «¿Dónde está tu Dios?» Sal 42,4, y él mismo se interroga Sal 42-43 73: su certeza no es de esas a las que la vida no puede sustraer ni aportar nada. Esto ilustra los pasajes en uyle la inocencia se proclama a sí misma, no por pura complacencia, sino frente al peligro y porque el enemigo, siempre presente, la niega Sal 7,4ss y 26, que se reza en la misa.
3. Oración asegurada.

4. Oración en busca del verdadero bien.
El hombre, al esperar de Dios el bien, cualquiera que sea, es invitado a
superarse mediante el descubrimiento de que Dios mismo se da juntamente con
este bien. Se declara el gozo de vivir bajo la mirada de Dios, de estar con
él, de habitar su casa Sal 16 23 25,14 65,5 91 119,33ss. En cuanto a
la esperanza de que Dios dé acceso al hombre a su propia vida, no se puede
afirmar que se alimente de ella la oración de los salmos; sin embargo, en ella
se presiente este don gratuito Sal 73,24ss 16. El que esté modelado por la
oración de los salmos estará preparado para recibirlo y hallará en ellos la
forma de expresar esta experiencia.
5. El salterio, oración de Jesús.
En efecto, la
revelación de Jesús autorizará una transposición y un enriquecimiento de las
esperanzas del salmista; no suprimirá su raíz en nuestra condición humana.
Además, la aplicación de los salmos a Cristo podrá hacerse independientemente
de toda transposición: los salmos serán su oración Mt 26,30; los salmos
lo formarán, como a todos los que le rodean. Una piedad atenta al interior de
Jesucristo ¿podría descuidar este documento básico?
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