domingo, 3 de noviembre de 2019

Comentario a las lecturas del domingo XXXI del Tiempo Ordinario. 3 de noviembre 2019

Haz clik en el siguiente enlace:

Caminar desde Cristo.: Comentario a las lecturas del domingo XXXI del Tie...:

Nosotros, como Zaqueo, hemos venido aquí también para ver a Jesús. Nos lo impedía la gente: las preocupaciones, las diversiones, los programas, los compromisos, los trabajos de cada día. Superados estos impedimentos, estamos aquí, no tanto para ver a Jesús, cuanto para que Jesús nos mire.
Resultado de imagen de ZaqueoEl pasa siempre a nuestro lado. Y pasó Jesús. Pero Jesús no quería pasar, sino que quería quedarse con Zaqueo. Levantó los ojos Jesús para ver al pequeño Zaqueo. Y lo miró con simpatía y cariño, y llamó a la puerta de su corazón. «Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede yo en tu casa». Este paso, mirada y llamada de Jesús son el principio de la salvación. Difícil escaparse a la mirada y a la llamada de Jesús. El pasa siempre a nuestro lado.
Todos lo sabían. Ahora viene el otro impedimento, el más importante. Zaqueo era «un hombre pecador». Todos lo sabían. Y su pecado se llamaba injusticia. Se había hecho rico a costa de los pobres. Por eso todos lo miraban mal. Ninguna persona justa se atrevía a entrar en su casa. Pero Jesús sí se atrevió a entrar. Ha venido precisamente para eso, para buscar y salvar a los pecadores. Los busca; estén en el árbol o en el pozo o en la piscina o en la cruz; o en el puesto de trabajo o en la plaza pública o en la taberna o en el hospital o en la cárcel o en la chabola. No le importan nuestros pecados, sólo le importa nuestra salvación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario