Caminar desde Cristo.: Lecturas del II Domingo de Pascua 28 de abril de ...
Estamos en Pascua. ¡Resucitó el Señor
y nos llama a la vida! ¡Señor qué vea! ¡Señor, que viva! ¡Señor, que crea en
ti! Deben ser exclamaciones que broten desde lo más hondo de nuestras ganas de
celebrar, sentir y vivir a Jesús. Con Santo Tomás, hacemos un acto de fe:
“Señor mío y Dios mío”.
Están aún muy vivos los recuerdos de las celebraciones
del Triduo Pascual y este domingo las
lecturas nos centran en el efecto de la Resurrección del Señor. La aparición
del Señor Resucitado en el cenáculo en el “primer día de la semana” es el
origen de la consagración del Domingo –el Día del Señor, que eso significa
domingo—frente al sábado ritual de los judíos. La importancia del descubrimiento
de la divinidad de Cristo, acrisolada por el hecho inaudito de su Resurrección
y de la visible glorificación de su cuerpo, hizo que se modificara la ancestral
costumbre judía de reservar el sábado a la oración y al descanso.
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