Caminar desde Cristo.: Comentarios a las lecturas del V Domingo de Pascua...:
Hace
cuatro semanas que inauguramos la gran fiesta cristiana: la Pascua. Nos
quedan todavía tres para concluirla con Pentecostés. En el tono de
nuestras celebraciones -y de nuestra vivencia espiritual fuera de ellas- se debe seguir notando que celebramos Pascua, que nos estamos dejando «contagiar» de su energía y de la novedad de su Espíritu en este tiempo de la cincuentena pascual .
La historia de cada uno y de la iglesia -como también de la sociedad en la que vivimos- puede no ser demasiado consoladora en estos momentos. A muchos, por ejemplo, les produce dolor contemplar la increencia que se ha adueñado de la sociedad. Otros tienen problemas en la familia o en su propia vida personal.
Sea cual sea nuestra situación, Pascua nos invita a hacer un «ejercicio» de visión positiva de la historia y de las personas.
Sea cual sea nuestra situación, Pascua nos invita a hacer un «ejercicio» de visión positiva de la historia y de las personas.
En esa línea reflexionan las lecturas de hoy:
La primera lectura presenta una comunidad, la apostólica, que rebosa actividad y se siente satisfecha, a pesar del ambiente hostil en que se mueve, por lo que Dios está haciendo en ella: la apertura a los paganos, los frutos del trabajo misionero.
Esta
comunidad tiene como perspectiva futura «un cielo nuevo y una tierra
nueva», con un Dios cercano, que mora en medio de ella y que enjuga las
lágrimas de todos (2a lect.).
El evangelio de la Ultima Cena, presenta una comunidad que recibe de su Señor, en su despedida la mejor de las herencias y de los distintivos: el amor fraterno.
Las lecturas pascuales insisten en la fe; hoy es el amor el que ocupa el centro del texto evangélico. Fe y amor son el núcleo de la vida nueva en el
Espíritu. La insistencia cristiana en el amor no es una opción ética más
o menos acertada; se enraíza en la misma revelación de Dios. Dios ama
al mundo que ha creado y a los hombres, sus hijos; la obra de su amor es
Jesús, conducido por el Espíritu a la plenitud del amor hasta la
Cruz-Resurrección.
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