sábado, 8 de octubre de 2011

Abre nuestros ojos, Señor

Abre nuestros ojos, Señor,


para que podamos verte a Ti

en nuestros hermanos y hermanas.

Abre nuestros oídos, Señor,

para que podamos oír las invocaciones

de quien tiene hambre, frío, miedo,

y de quién está oprimido.

Abre nuestro corazón, Señor

para que aprendamos a amarnos los unos a los otros

como Tú nos amas.

Danos otra vez tu Espíritu, Señor,

para que nos volvamos un sólo corazón y una sola alma

en tu nombre. Amén.

(Liturgia de las horas)

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