Oración continua que produce virtudes
El Espíritu Santo sea en el alma de mi Elena
Tu cartita me ha revelado tu alma y me ha venido a confirmar en el
concepto que de ti me había formado... Demos gracias a Dios por haber juntado
nuestras almas con el lazo de la verdadera amistad aquella que comprende que
la verdadera amistad consiste en perfeccionarse mutuamente y en acercarse más
a Dios. Te hablaré lo que me dicte N. Señor, en cuya presencia estoy. El me
inspirará, pues de otro modo ¿qué cosa buena puede salir de mí? También he
pedido la bendición a la
Virgen para que ella te bendiga y te ponga bajo su manto.
La vocación es el favor más grande que Dios hace a la criatura. El te
va a hacer su esposa. Tú serás esposa de Dios. Ese ser infinito va a unirse
con un ser finito. Ese ser eterno, con un ser limitado, un ser impotente, un
ser que ha sido sacado de la nada. ¿Qué somos sino nada? ¿Qué podemos por
nosotras mismas? Nada. Si Dios no obra en nosotros, no podemos obrar. Si no
nos da la vida, no podemos vivir. Todo es El; nosotros, nada. Mas El se baja d nosotros, dice que quiere nuestro amor. A
El, todopoderoso, ¿de que le sirve que lo amen
criaturas tan miserables como nosotras.
Mi querida Elena, piensa que, a pesar del amor que nos demuestra,
nosotros lo ofendemos, nos rebelamos contra sus mandatos. Y Dios a pesar de
todo eso, nos ama, nos elige como a esposas suyas. ¿No es esto para morir de
amor? Te aseguro que a veces deseo morir porque 12 vida para mi es
insoportable viendo que El me ama y yo le ofendo. No parece que le amo, pues
el amor se manifiesta en las obras, y El dijo: "Aquel que me ama
verdaderamente, ese tal cumple mi palabra". Es cierto que lo amamos más
que a otros, a lo menos deseamos amarlo. El se contenta con nuestros deseos. Mas hay tantos que no solo lo olvidan, sino que lo
aborrecen... Así, pues, consolémosle. Y para esto vivamos íntimamente unidas
a El, ya que aquel que ama tiende a unirse con el objeto amado. Una fusión de
dos almas se hace por medio del amor. Que el fuego del amor consuma en mi
Elena todas las imperfecciones, para que as, pueda formarse en ella la imagen
de su Cristo. Es preciso pues, que la miseria, la
criatura sea consumida para que solo quede Dios. Tú amas luego tu fin es la
unión, y para esto te diré lo que yo creo conveniente, aunque no sé si yerro.
Pero, en fin, a mi me ha dado buen resultado.
De seguro habrás leído en el Evangelio de San Juan, capitulo 14,
versículo 23: "Aquel que me ama y observa mi doctrina, mi Padre lo amará
y vendremos a él y haremos mansión dentro de él". Pero para ser mansión
de Dios es necesario cumplir su doctrina, practicar las virtudes. La 1ª
virtud -creo- ha de ser la pureza. Has de tratar de purificarte lo más pronto
posible de tus faltas, pedirle inmediatamente perdón a N. Señor. Además,
tratar constantemente de desarraigar nuestros defectos dominantes por los
actos contrarios a esos defectos. Aunque es imposible que nos veamos libres
de ellos inmediatamente, Dios ve nuestros deseos y se contenta con que
queramos purificarnos de ellos. Una vez formulado este deseo, hermanita
querida, decirle a N. Señor que venga a morar en nuestra alma, que, aunque es
muy pobre y todavía no está muy pura, haremos lo posible por tenerla siempre
lo más agradable a sus ojos. Dile en seguida que se la das, que quieres ella
sea su refugio, su asilo contra sus enemigos. Que viva allí contigo; que,
aunque muchas veces lo ofenderás, nunca será con la voluntad sino por
flaqueza. Que tú lo amas y que deseas vivir en íntima unión con El. Cuando
tenemos un amigo en nuestra casa, no lo dejamos solo, sino que, si estamos
muy ocupadas, tratamos de irle a hablar de vez en cuando. Así lo harás con
Jesús. Antes de principiar cualquiera obra le dirás que se la ofreces a El,
sólo por amor, no con intención de que las criaturas te vean, sino para
servirle y porque le amas. Después lo adorarás, le dirás que lo amas, que te
perdone tus faltas y en seguida obrarás junto con El como si estuvieras en
Nazaret. Así vivirás con Dios y podrás hablarle sin que nadie lo sepa. Al
principio te costará recogerte, pero después será habitual en ti estar con
Dios. También procurarás ver tu nada y la grandeza de Dios, para que,
conociéndote y conociéndolo, te desprecies más tú y ames más a Dios.
Esta es la base de la humildad, la que se llama especulativa porque
reside en nuestro entendimiento. De ella se deriva la práctica porque,
humillándonos delante de Dios, al conocer nuestra bajeza, nos gusta que las
criaturas nos desprecien y nos admiramos no lo hagan cuando somos tan malas
para con Dios. Hay que ser muy humilde, porque sin la humildad todas las
demás virtudes son hipocresía. Para adquirir la humildad:
1 ? Tenemos que tratar de no hablar ni en pro
ni en contra del yo, sino que despreciarlo.
2 ? Humillarnos delante de las demás personas
siempre que lo creyéremos conveniente, y para esto hacer cosas que nos
humillen, como sería obedecer a una sirviente, a un
hermano más chico.
3 ? Cuando seamos humilladas darle gracias a
Dios y decirse:
"esto y mucho más merezco por mis pecados", y seguir muy
amable con la persona.
4 ? Tratar de servir a aquellas personas que
nos sean antipáticas o a aquellas que notemos son
poco cariñosas con nosotras, para así humillarnos.
También es necesaria la obediencia. Obedecer inmediatamente sin
examinar si son inferiores o superiores, si tienen razón o no, sino como
obedecía Jesús: porque era la voluntad de Dios. Po;
último te recomendaré la caridad con el prójimo. El amor a nuestros
semejantes es la medida del amor de Dios No ver la criatura?
sólo a Dios en su alma, ya que en el bautismo nos hicieron templos de la Santísima Trinidad.
Mi querida hermanita, es verdad que no viviremos juntas; pero tú
vivirás en Dios y yo también. Allí, en ese abismo del amor, viviremos unidas.
Todo en Dios es indivisible; nosotras lo seremos también. Nos llama Dios por
diferentes caminos, pero ¿qué importa si el término es El? Tú, mientras
estamos aquí en la tierra, serás Marta; salvarás las almas inmolándote por
ellas. Servirás a N. Señor en la persona de las alumnas o en las hijas de
Maria o en las niñitas pobres. Mientras, yo, como Magdalena, permaneceré a
los pies de N. Señor contemplándolo, amándolo. Mi vida será oración,
sacrificio y amor, que reúne las dos cosas.
No creas que, porque he elegido ser carmelita, no crea son muy
perfectas las del Sdo. Corazón. He dudado mucho
entre los dos, pero por mi carácter y aptitudes creo quiere Dios sea
carmelita. Mi vida será la del cielo. Viviré ya sólo para Dios, en Dios y por
Dios, sin mezcla de criatura alguna. Mi ocupación será orar por el mundo,
salvar las almas por la oración. Santa Teresa salvó más almas que San
Francisco Javier. Seré una pobre carmelita a quien despreciará el mundo.
Pero, ¿qué me puede importar el mundo cuando estoy crucificada para él? Sólo
me acordaré del mundo para rogar por él. Me dices que sufriré más. En busca
de la cruz voy. Dudaba si ser del Sdo. Corazón
porque creía podía sufrir más allí. Pero N. Señor me dio a entender sufriría
más en el Carmen. Allá, pues, voy. En la Cruz está Jesús, y teniendo a Jesús ¿qué me
importa lo demás?
Me dices que rece por ti. ¿Me podré olvidar de mi hermanita? Yo rezaré
mientras tú salves las almas. Nuestra acción será en común. ¿Consientes?.Te encargo muy especialmente hagas meditación. Ella
consiste en mirar a N. Señor cuando andaba aquí en la tierra, y ver cómo
obraba y obrar nosotros conforme a El. Hay otro modo de oración que encuentro
más sencillo: hablar con N. Señor como quien habla con un amigo, pedirle sus
consejos, prometerle que no le ofenderás, decirle que lo amas, etc... Fija el tiempo de oración, ya sean diez minutos o
quince minutos como quieras tú. Pero represéntate siempre a N. Señor allí en
tu alma; lo mismo cuando comulgues. Podrás también convidar a tu casita a la Sma Virgen;
a ella le contarás toda tus cosas y le pedirás te
guarde toda para Jesús. Reza por mí. Soy muy mala. Soy una hipócrita.
Aconsejo mucho, pero yo no hago todo lo que aconsejo, aunque es verdad, trato
de hacerlo. Pídele sólo para mi haga la voluntad de Dios. Querámonos mucho,
pero en Dios. El ante todo.
Escríbeme largo contándome todo lo que puedas decirme? yo no lo digo a nadie. A?Dios. Te abraza tu hermana Juana, H. de M.
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