
morada de la Santísima Trinidad... Todas estas realidades maravillosas han de ser un continuo estímulo para nuestra lucha por desarrollar todas esas virtualidades que nos conducen a una completa identificación con Cristo, hasta poder afirmar con san Pablo: "Vivo yo, pero no soy yo, sino que es Cristo quien vive en mí".
No hay comentarios:
Publicar un comentario