La primera lectura es del Libro de la Sabiduría, nos habla de la Sabiduría de Dios . Es un don preciado de Dios que no debemos olvidar ni desaprovechar.
La sabiduría antigua reflejaba que la vida humana es breve y, según el pueblo judío, el pecado la acortaba aún más. El hombre sabio es el que mejor aprovecha el tiempo.
En eso insiste el salmo número 89. Su mensaje es actual para todos nosotros, aquí y ahora.
La segunda lectura es de la Carta a los Hebreos. Hace una esplendida descripción del efecto en el hombre de la Palabra de Dios. El breve texto que escuchamos hoy es todo un programa de principios para el pueblo cristiano.
En el evangelio de San Marcos proclamado, vemos como el Señor mira con cariño a un joven que quiere seguirle. Las riquezas impedirán a aquel muchacho convertirse en apóstol. Este domingo acompañamos a Jesús ya en el territorio de Judea, acercándose a Jerusalén. Se le siguen acercando aspirantes a discípulos y él les marca las exigencias de ese seguimiento, igual que hace con nosotros, hoy.
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